Después de 7 semanas de NFL, vamos a analizar el rendimiento de los receptores adquiridos en las primera rondas del Draft 2013. Son solo tres pero que muestran la dificultad que tienen los receptores para integrarse rápidamente a la NFL.
- Tavon Austin: Seleccionado con la octava selección global por parte de los St. Louis Rams, el receptor estelar ex West Virginia ha conseguido cierta regularidad en cuanto a participación en el equipo titular. Sin Gibson ni Amendola, los Rams tienen a Givens y Pettis como receptores titulares y a Austin como alternativa cuando alinean 3 o más receptores. Pese a esto, los Rams se están apoyando más en su ala cerrada, Jared Cook, quien lidera al equipo con 26 recepciones.
Estadísticas: 29 recepciones, 198 yardas, 2 TD.
- DeAndre Hopkins: Seleccionado como el #27 global, Hopkins es, quizás, el receptor novato con mayor continuidad en lo que va de la campaña. Los Texans venían necesitando un receptor que alinee en el lado opuesto a Andre Johnson y Hopkins ha respondido al reto. De hecho, sus dos anotaciones de TD lo ubica por encima del estelar receptor Johnson quien aún no ha conseguido llegar a las diagonales. Los problemas con los mariscales de campo pondrán a prueba al receptor reclutado en el último draft.
Estadísticas: 28 recepciones, 416 yardas, 2 TD
- Cordarrelle Patterson: Los Vikings escalaron en el draft pasado para seleccionar a Patterson, en el lugar #29. A diferencia de los dos anteriores, la colaboración de Patterson al equipo ha sido mínima Destacándose más en equipos especiales que en la ofensiva, Patterson no tiene una participación similar al de los dos receptores principales: Jerome Simpson que lidera al equipo en recepciones y yardas, y Greg Jennings que viene cumpliendo un papel mas que acertado con cifras similares a Simpson y 2 TD.
Estadísticas: 8 recepciones, 85 yardas.
Lo que se ve es que los tres receptores están en equipos con problemas ofensivos distintos. En el caso de Austin, llega a un equipo de los Rams que busca saber si Bradford es su solución a largo plazo, pero que no cuenta con mucho talento alrededor y sin juego terrestre. Tanto Hopkins como Patterson, llegaron a equipos que parecían tener una identidad ofensiva clara, pero que se han ido derrumbando. Luego de casi media temporada, ambos equipos cambiaron en varias ocasiones su mariscal de campo y que parecen encaminarse a un proceso de renovación ofensiva.
En conclusión, la llegada de un receptor novato a un equipo no es una garantía de éxito a corto plazo, sino que, en muchos casos, necesita de un proceso de adaptación al sistema ofensivo y de construcción de química con su mariscal de campo. Casos como el de Julio Jones o AJ Green son los menos...
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